Trabajos Originales

Estudio epidemiológico de 300 casos de trauma facial en el Hospital Universitario del Sergipe (Huse), Brasil

Recibido para Arbitraje: 22/06/2009
Aceptado para publicación: 12/04/2010

    Caroline de Andrade Lins, Acadêmica de Odontología, Universidad Federal de Sergipe - UFS, Aracaju, Sergipe, Brasil. Luiz Carlos Ferreira da Silva, Professor Auxiliar, Ph.D. en Cirugía y Traumatología Bucco-Máxilo-Facial, Facultad de Odontología de Pernambuco (FOP/UPE). Jefe de Disciplina Cirugía y Traumatología Bucco-Máxilo-Facial, Facultad de Odontología, Universidad Federal de Sergipe - UFS, Aracaju, Sergipe, Brasil.
    Michelle Góes Santos, Acadêmica de Odontología, Universidad Federal de Sergipe - UFS, Aracaju, Sergipe, Brasil. Thiago de Santana Santos, Maestría en Cirugía y Traumatología Bucco-Máxilo-Facial, Facultad de Odontología de Pernambuco (FOP/UPE). Recife, Pernambuco, Brasil. Marcos Antônio Martins Santos, Especialista en Cirugía y Traumatología Bucco-Máxilo-Facial de la Universidad Estadual de Feira de Santana, Feira de Santana, Bahía, Brasil.

    CORRESPONDENCIA:
    E-mail: [email protected]; [email protected]
RESUMEN
Objetivos: Determinar un perfil epidemiológico de 300 pacientes portadores de trauma facial en el Hospital de Urgencia de Sergipe período Febrero-Mayo del 2007, y proporcionar datos para los planificadores y ejecutores de políticas públicas en sus acciones de prevención y reducción del trauma facial. Método: Estudio transversal retrospectivo con la recopilación de datos a través del análisis de los registros, debidamente autorizados por el Hospital, 300 pacientes con traumatismo facial, en el área de Trauma HUSE en el período comprendido entre febrero y marzo del 2007. Resultados: De los 300 pacientes de la muestra, la mayoría era del sexo masculino (74%). El grupo etario más afectado fue el de 20 a 30 años, representando 45% de los pacientes. En cuanto a la etiología la prevalencia, prevalecen los casos de accidentes automovilísticos (26%), seguido por los accidentes motociclísticos (25%) y por la agresión física (19%). En relación a las lesiones encontradas, fueron observadas lesiones de tejidos blandos en 254 pacientes, la laceración fue la más frecuente, y la fractura en 109 de ellos. Entre las fracturas, más frecuentes fue la de nariz, con 45 casos. Conclusión: El accidente automovilístico continúa siendo la principal causa de los traumatismos de cara seguido de agresión física. En cuanto al tipo de trauma, las lesiones de tejido blando fueron encontradas muy frecuentemente, y entre las fracturas faciales, la más frecuente fue la de nariz.

Palabras Claves: Trauma, Cara, Epidemiología, Traumatismos Faciales


ABSTRACT
Objective: To analyze the epidemiologic patterns of 300 consecutive facial trauma patients admitted at the Hospital de Urgencia de Sergipe (HUSE) between February and May, 2007, and to provide data for public policies, in order to prevent and reduce facial traumas. Method: A transversal study was designed to analyze 300 medical records of patients admitted with facial trauma between February and May, 2007, at the HUSE. The study was authorized by the hospital ethical committee. Results: Most patients were male (74%). The age most affected was between 20 and 30 years old, representing 45% of patients. About the causes of trauma predominated automobile accidents (26%), followed by motorcycle accidents (25%) and blunt assault (19%). Soft tissues injuries were found in 254 patients (laceration was the most common) and 109 patients had fractures (nasal fracture was the most frequent, with 45 cases). Conclusion: Traffic accident remains as the main facial trauma cause, but the blunt assault also shows importance. About the type of trauma, soft tissue injuries were the most frequent and about facial fractures, the most common was nose fractures.

Key words: Trauma, Face, Epidemiology, Facial Injuries


INTRODUCCIÓN

El trauma constituye uno de los principales problemas de salud pública en todos los países, independientemente del desenvolvimiento socio económico, y además, corresponde a la tercera causa de mortalidad en el mundo, solo superado por las neoplasias y las enfermedades cardiovasculares (1).

Un número significativo de pacientes politraumatizados atendidos en los centros de emergencia presenta trauma facial y las principales causas son los accidentes motociclisticos, seguidos por la violencia interpersonal, accidentes automovilísticos y caídas (2). La incidencia de los traumas bucomaxilofaciales puede variar en virtud de la geografía del área donde fue recolectada la muestra, de la distribución y de las tendencias socioeconómicas dentro del universo que contiene la muestra, y las leyes de tráfico y los cambios regionales.

El trauma en la cara no solo afecta a los tejidos blandos y huesos, sino también, por extensión, puede comprometer el cerebro, globo ocular, senos paranasales y dentición. En virtud de eso, se trata de un trauma de espectro multidisciplinario que abarca principalmente las especialidades de oftalmología, cirugía plástica, cirugía bucomaxilofacial y neurocirugia (5,6).

Debido a las consecuencias emocionales y posibilidades de deformidad que el trauma facial ofrece, este puede ser considerado una de las agresiones más devastadoras encontradas en centros de trauma5. Además de eso provoca un impacto económico en el sistema de salud pues representa 7.4%-8,7% de los pacientes atendidos en los servicios de emergencias (5,6).

Dada la gravedad de la situación, los administradores públicos necesitan definir las acciones que deben ser priorizadas a fin de contemplar la prevención y la atención a las víctimás de esas causas. El planeamiento de las acciones es hecho a través de la obtención de los datos resultantes de investigaciones que determinan el perfil epidemiológico de una determinada enfermedad.

El estado de Sergipe tiene un área de 21.910,348 km² y su población es de 1.967.791 de habitantes, según el último censo del IBGE realizado en el año 2000. El Hospital de Emergencia de Sergipe (HUSE), a su vez, es el único en el estado que atiende emergencias de politraumatizados, además de dar apoyo a diversas ciudades de otros estados con quien tiene frontera.

Dada la importancia del HUSE en la atención a las víctimas de trauma facial, esta investigación tiene como objetivo recopilar datos sobre esta enfermedad y desarrollar su perfil epidemiológico. Esto, a su vez, sirve como una base de datos de los planificadores y ejecutores de las políticas públicas en sus acciones para la prevención y la reducción de los traumatismos faciales.


MÉTODO
Este es un estudio transversal retrospectivo con la recopilación de datos a través del análisis de registros, debidamente autorizada por el Hospital. La muestra del estudio comprendió 300 pacientes, atendidos en el sector de Trauma del Hospital de Emergencias de Sergipe, con diagnóstico de trauma facial, en el período de febrero a mayo del 2007. Fueron eliminados de la muestra los pacientes cuyos datos clínicos no pudieron ser comprobados y aquellos que no habían completado correctamente la hoja de datos.

Las variables investigadas fueron: edad, género, agente etiológico, tipo de trauma y antecedentes de la ingestión de bebidas alcohólicas inmediatamente antes al trauma. Ya la elección del período arriba descrito ha sido motivada por la presencia de uno de los investigadores en el área de trauma en el hospital durante ese tiempo. Esta investigación ha sido previamente aprobada por el Comité de Ética en investigación con el número 0630.0.000.107-08.

La etiología fue dividida en seis categorías: agresión física, atropellos, accidentes automovilísticos, accidentes motociclísticos, caídas y traumas deportivos.

También fue realizada una clasificación de los pacientes de acuerdo con la década de vida, en siete diferentes grupos etarios:

  • 0 a 9 años;
  • 10 a 19 años;
  • 20 a 29 años;
  • 30 a 39 años
  • 40 a 49 años;
  • 50 a 59 años;
  • 60 años o más

Las fracturas faciales fueron clasificadas en: mandibular, zigomática, maxilar, nasal, dentoalveolar y frontal. Los resultados obtenidos serán transformados en gráficos y tablas sometidos a análisis estadístico descriptivo para comprender mejor los datos.


RESULTADOS

Del total de 300 pacientes, 222 (74%) eran del sexo masculino y 78 (26%) del sexo femenino. El número de hombres superó al de las mujeres en todos los grupos etarios, siendo significativamente mayor en la segunda y tercera década.

Las edades de los pacientes varían de 1 a 88 años y fueron agrupados en décadas. La edad media fue de 30,3 años y el grupo etario de mayor incidencia de trauma facial fue de 20 a 30 años, que comprende el 45% de la población estudiada (Figura 1).

Figura 1
Distribución de la población investigada según la edad

En la evaluación de la etiología de los traumas faciales, la más frecuente fue el accidente automovilístico (26%), seguido por el accidente motociclístico (25%) y por la agresión física (19%). Evaluando la naturaleza de los traumas faciales en relación al sexo, predominó el sexo masculino, el accidente automovilístico, correspondiente a 27% de los traumas en ese sexo, seguido por el accidente motociclístico y agresión física. Ya en el sexo femenino hubo predominancia del accidente motociclístico, con 32% de los traumas faciales en las mujeres, seguidos de accidentes automovilísticos y agresión física (Tabla 1)

Tabla 1
Pacientes con trauma facial según etiología y sexo

En cuanto al tipo de trauma en cara, las lesiones del tejido blando fueron encontradas en 254 pacientes de la muestra, mientras que las fracturas estaban presentes en 109 de ellos. La laceración es el daño más común, con 155 afectados, seguida por la contusión, con 144.

Entre las fracturas encontradas, la de la nariz fue la más frecuente, con 45 casos, seguida por las zigomáticas y la mandíbula, con 39 y 31 casos respectivamente (Figura 3).

Figura 3
Tipo de lesiones de los pacientes con trauma de cara

En cuanto a la historia de la ingestión de bebidas alcohólicas inmediatamente antes del trauma, se encontró que el 50% de los documentos examinados había información positiva, mientras el 50% restante no informó de la ingesta de estas bebidas. Analizando la naturaleza de los traumas faciales en relación a la ingestión de bebida alcohólica, se puede observar que en 64% de las agresiones físicas, 60% de los accidentes motociclísticos y 51% de los accidentes automovilísticos, se están asociados con la ingestión de alcohol (figura 4).

Figura 4
Pacientes con trauma facial según etiología e ingestión de bebidas alcohólicas.

DISCUSIÓN

Los resultados de levantamiento epidemiológico sobre las causas y la frecuencia de las fracturas maxilofaciales tienden a variar de acuerdo con la región geográfica, situación socioeconómica, densidad de población, sistema político regional, cultura, religión y tiempo (4,7). Estos factores deben ser tomados en cuenta durante la comparación de datos.

Entre los 300 informes analizados de los pacientes atendidos en el Hospital de Emergencias de Sergipe con diagnóstico de trauma en cara, la mayoría fue del sexo masculino (74%) coincidiendo con la literatura (5-12). Sin embargo, debido a la creciente participación de la mujer en el mundo de hoy, y su consecuente exposición a los factores predisponentes, como la práctica de actividades físicas, el tránsito y la violencia urbana, hay una tendencia de aumento de incidencia de este tipo de trauma en mujeres

El grupo etario más afectado por el trauma facial, en el presente trabajo, fue de 20 a 30 años (45%), seguida por los pacientes comprendidos en el intervalo de 30 a 40 años (25%).

Diversos estudios sobre traumatismos faciales relataron resultados semejantes en relación a la edad (5,6,8,9). Una posible explicación para ese dato es que individuos incluidos en ese intervalo frecuentemente practican ejercicios y deportes peligrosos, conducen de forma imprudente y son más propensos a la violencia (4).

Brasileiro y col (4), en su investigación confirmó esas tendencias sobre sexo y edad, mostrando que hombres entre 21 y 40 años, en el segmento activo de la población, representaron un grupo con intensa interacción social y altos niveles de locomoción, lo que los hace más susceptibles a los accidentes de tráfico y la violencia interpersonal, consecuentemente a los traumas de cara.

En el estudio, los accidentes de tránsito fueron el principal factor etiológico, coincidiendo con los resultados de diversos trabajos (4,8,9,12-15) y comparando con los datos encontrados por otros autores (5,6,16,17). En este levantamiento epidemiológico, la agresión física ya es apuntada como la principal causa (5,6,16,17).

Esta participación, cada vez mayor, de la agresión como mecanismo de trauma facial es el resultado del crecimiento acelerado de las ciudades y del consecuente aumento de la violencia urbana, Además de eso, la implantación de leyes rigurosas de velocidad en el tránsito, el obligado uso del cinturón de seguridad y el casco e implementación de dispositivos auxiliares de seguridad, como la bolsa de aire (airbag), son responsables por una reducción en el número de traumas faciales resultantes de accidentes de tránsito. Ya en relación a la reducción de la violencia interpersonal como etiología del trauma de cara. Macedo y col (6) afirman que será mucho más complicado y difícil, después de la violencia urbana estará asociada a los conflictos socioeconómicos y emocionales de las personas, no se observan inversiones significativas del gobierno en la seguridad pública y la educación de la población.

Motamedi (18), en su trabajo, relata que estudios recientes han demostrado la agresión física como la causa principal de los traumas de cara en muchos países desarrollados mientras que los accidentes automovilísticos siguen siendo los más frecuentes en las zonas en desarrollo.

Las caídas de altura también resultaron en la principal causa de traumas faciales en el grupo etario por encima de 60 años (50%), de acuerdo con otros estudios 9. Durante este período, el riesgo de caídas se eleva, pues el envejecimiento disminuye progresivamente las funciones biológicas, promueve el desarrollo de múltiples discapacidades sensoriales y compromete la cognición y la memoria. Asociado a eso, el uso de medicamentos psicotrópicos y enfermedades osteomusculares también incrementan el riesgo (6).

De acuerdo al tipo de trauma, las lesiones de tejidos blandos, en nuestro estudio, corresponde al 64% del total de injurias encontradas, siendo la laceración la más presente, con 155 casos, coincidiendo con los datos presentados en los estudios de Bernardo y col (4), Macedo JL y col (6), Zargar y col (8) y Fasola y col (19).

Con respecto a las fracturas faciales, su incidencia es muy variable en la literatura, ya que varios estudios ponen de manifiesto la fractura nasal como la más común, mientras que otros muestran a la fractura de mandíbula y aún algunos muestran a la fractura zigomática como las más frecuente. En esta investigación, la fractura de nariz fue la más encontrada, con 45 casos, coincidiendo con otros trabajos (6,11,13,16,20-26) y diferenciados de los que presentan fractura de mandíbula (2,4,7,14-17) y de los que muestran fractura zigomática como la más común.

En relación a la historia de ingesta de bebidas alcohólicas inmediatamente anterior al trauma, constatamos en este estudio, que 50% de los registros examinados había informe positivo. Sin embargo, este dato es bastante subjetivo, pues muchos pacientes pueden omitir informaciones durante la atención y, en este hospital, no es realizado un examen para verificación de alcoholemia. Shapiro y col (24), refieren, en su estudio, una relación de hasta el 45% de los casos de trauma facial con el consumo de alcohol.

Otro dato relevante, en esta investigación, fue el análisis de los traumas en cara en relación la ingestión de bebidas alcohólicas, a través de la cual se verificó que en 64% de las agresiones físicas, 60% de los accidentes motociclísticos y 51% de los accidentes automovilísticos hubo referencia de consumo de bebidas alcohólicas. Montovani y col (9), en su investigación denominada la etiología y la incidencia de las fracturas faciales en adultos y niños informan que los accidentes automovilísticos continúan siendo la principal causa de trauma facial, principalmente las fracturas múltiples debido a la gran transmisión cinética, la inquietante información que el 38% de los casos de víctimas de accidentes con vehículos y el 60% de las agresiones fueron la ingesta de alcohol en la edad de 30 años.


CONCLUSIONES

Sobre la base de la metodología utilizada y con los hallazgos encontrados, fue posible concluir acerca del perfil de los traumas faciales atendidos en el HUSE que:
  • Hubo un predominio en individuos del género masculino;

  • El grupo etario más afectado fue de 20 a 39 años, seguida por la de 30 a 40 años;

  • En relación a la etiología de los traumas en cara, el accidente automovilístico fue la principal causa, seguido por el accidente motociclístico y por la agresión física;

  • En relación al tipo de trauma, las lesiones de tejidos blandos fueron las más frecuentes, siendo la laceración la más común;

  • Entre las fracturas faciales encontradas, la más frecuente fue de la nariz, seguida por las fracturas zigomática y de mandíbula;

  • La mitad de los documentos examinados había informes positivos sobre la ingestión de alcohol inmediatamente antes de que el trauma;

  • De ese modo el estudio fue corroborado por una gran parte de los trabajos consultados, mientras que las principales datos delinean el perfil epidemiológico de los traumatismos de cara.
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