Página de la Cátedra de Farmacología y Terapéutica

Conducta terapéutica durante el embarazo

  • Prof. Elba Inés Cardozo de Pardi.

    Siempre se presenta el interrogante si podemos o no administrarle medicamentos a la mujer embarazada. El médico ante el embarazo, debe analizar los riesgos y beneficios individualmente para cada paciente. Lo ideal sería no administrar drogas a una paciente embarazada, sin embargo, existen muchas situaciones en la cuales no tratar una enfermedad en una paciente embarazada es para el feto más riesgoso que las consecuencias de la exposición a las drogas. Por ejemplo: La fiebre alta es feticida, es decir, puede causar muerte del feto.

    Los fármacos administrados durante el embarazo pueden afectar al feto por: 1) Efecto directo sobre el embrión: letal, tóxico o teratógeno; 2) Efecto sobre la placenta (constricción de los vasos), afectando el intercambio gaseoso y de nutrientes entre el feto y la madre; 3) Efecto sobre el miometrio (Por ejemplo: la Oxitocina, que provoca asfixia o lesiones fetales); o 4) Efecto sobre la dinámica bioquímica de la madre que indirectamente, afecta al feto1.

    La magnitud y la severidad del efecto de un fármaco sobre el desarrollo fetal o sobre su reactividad, están determinadas principalmente por la edad fetal, la potencia y la dosis. Los fármacos administrados durante la fase de embrión o cigoto (antes del día 20 tras la concepción) actúan en forma de todo o nada, es decir, matan al embrión o no lo afectan en absoluto. Por lo tanto, durante esta etapa el feto es muy resistente a la teratogénesis. El período de la Organoformación u Organogénesis (entre la 3ra y la 8va semana) resulta crítico respecto del efecto teratógeno de los fármacos. Los compuestos que llegan al embrión en este momento pueden producir: 1) Ningún efecto detectable, 2) El aborto, 3) Un defecto anatómico importante subletal (verdadero efecto teratógeno) o 4) Un defecto metabólico o funcional permanente que puede manifestarse más adelante durante la vida (Embriopatía encubierta). Los fármacos administrados durante el segundo o tercer trimestre es poco probable que sean teratógenos, pero pueden alterar el crecimiento y las funciones fisiológicas o bioquímicas de los órganos y tejidos fetales normales1.

    Las características de la difusión de fármacos a través de la barrera placentaria son similares a las del paso a través de otras barreras epiteliales tras la administración de un fármaco a la mujer embarazada. El equilibrio entre la sangre materna y los tejidos fetales requiere, por lo menos, 40 minutos para evitar la toxicidad, los fármacos que atraviesan la placenta, como los empleados comúnmente durante el parto (anestésicos locales, opiáceos), deberían administrarse con mucho cuidado durante la hora previa al parto, ya que después de seccionar el cordón umblical del recién nacido (cuyos procesos metabólicos y excretores todavía son inmaduros), éste deberá asumir la función de eliminar el fármaco transferido a su organismo1.

    La paciente gestante, aunque no esté médicamente comprometida, plantea al odontólogo consideraciones específicas de tratamiento. Se debe administrar cuidado dental terapéutico a la madre sin afectar de modo adverso al feto en desarrollo2.

    La FDA (Food and Drug Administration) clasifica los fármacos en 5 categorías en cuanto a la seguridad de empleo durante la gestación. En la Categoría A, estudios controlados sobre personas no han demostrado riesgos fetales (Estos son los fármacos más seguros). En la Categoría B, los estudios en animales no indican riesgo para el feto y no se han efectuado estudios controlados sobre seres humanos, o bien los estudios en animales demuestran la existencia de un riesgo para el feto, pero no los estudios bien controlados sobre seres humanos. En la Categoría C no se han efectuado estudios adecuados, bien sobre animales o sobre seres humanos, o se han demostrado efectos adversos fetales en los animales y no se dispone de datos sobre el hombre. En la Categoría D existe una prueba del riesgo para el feto humano, pero los beneficios pueden, en algunas situaciones, sobrepasar los riesgos (Ej: En situaciones amenazadoras de la vida o en enfermedades graves en las que no pueden utilizarse fármacos más seguros o éstos son ineficaces). En la Categoría X existen riesgos fetales demostrados que sobrepasan cualquier posible beneficio. Estas definiciones se aceptan universalmente y a menudo son valiosas para dirigir la toma de decisiones riesgo-beneficio afrontada al prescribir fármacos durante la gestación1.

    Obviamente, es preferible recetar fármacos de los grupos A y B. Sin embargo, muchos fármacos del grupo C se administran durante la gestación, de modo que serán éstos los que planteen más problemas al Odontólogo y al Médico a la hora de adoptar una decisión terapéutica o médicolegal2.

    RECOMENDACIONES
    Las recomendaciones terapéuticas durante la gestación deben contemplarse como pautas generales, no como normas inmutables. Si es posible, resulta útil contactar con el obstetra o médico tratante de la paciente para comentar su estado médico, sus necesidades Odontológicas y el tratamiento dental propuesto. El establecimiento de una buena relación paciente-odontólogo, con sinceridad, franqueza y confianza, reduce el estrés y la ansiedad, tanto de la paciente como del Odontólogo2.

    Programación del tratamiento: Primer trimestre: Salvo como parte del programa para el buen control de la placa, el cuidado dental programado debe evitarse durante el primer trimestre. Sólo realizar tratamientos de emergencia. Segundo trimestre: El segundo trimestre es el período más seguro para realizar el cuidado dental rutinario. Tercer trimestre: La primera parte del tercer trimestre sigue siendo una buena época para realizar el cuidado dental de rutina; no obstante tras la segunda mitad del tercer trimestre es aconsejable posponer el cuidado dental programado; hay que tener en cuenta que la gestación es una situación transitoria2.

    CONCLUSIONES.
    1. La administación de antibióticos en una paciente embarazada, preferiblemente debe consultarse con el obstetra o médico tratante.
    2. El único analgésico que debe prescribirse a una gestante es el Acetaminofen.
    3. Anestésico local: Lidocaína.
    4. No tomar radiografías en el primer trimestre del embarazo, y evitarlas en el segundo y tercer trimestre, siempre que sea posible, sin embargo en la realización de emergencias dentales en la gestante, se le debe colocar a la paciente delantal de plomo.
    Los grupos de fármacos más comúnmente empleados en Odontología, así como las categorías en las cuales se encuentran ubicados, serán detallados a continuación (TABLA 1):

    REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
    1. CARDELLACH LOPEZ F editor. El Manual Merck de Diagnóstico y Terapéutica. 9 ed. Barcelona (España): Océano/Centrum; 1994.
    2. LITTLE JW, FALACE DA, MILLER CS, RHODUS NL. Tratamiento Odontológico del Paciente bajo Tratamiento Médico. 5 ed. Madrid: Harcourt Brace de España, S.A.; 1998.
    3. LOPEZ J, ROSELLO X, CHIMENOS E, BLANCO A, JANE E. Consideraciones en el tratamiento odontoestomatológico de la mujer embarazada. Oper Dent Endod 1998; 2 (3): 11.