Página de Bioseguridad

Análisis e interpretación del "II Taller de Bioseguridad para bedeles a la luz de su desarrollo desde la perspectiva del logro"

Facultad de Odontología. UCV. 18 de nov de 2005
    Profa. Cristina Rosas Peraza. Prof. Asociada. Coordinadora del Centro de Bioseguridad
En varias oportunidades se ha publicado lo correspondiente a informes de talleres que se han llevado efecto, en diferentes espacios de la asistencia en odontológica que se produce en la Facultad de Odontología, lo cual encierra un interés básico: dar a conocer la actividad que se esta desarrollando dentro del marco de gestión en Bioseguridad, con el objetivo de ofrecer experiencias que puedan orientar la labor encaminada al rescate y valoración de las prácticas seguras, que implica la asistencia odontológica, desde los diferentes puestos de trabajo.

El II Taller de Bioseguridad para Bedeles, se inscribe en este proceso transformador de comportamientos y conductas saludables desde cualquier perspectiva. Con estas acciones, se convoca a los actores a discutir y discernir las condiciones de garantía y mejora, en el desarrollo del servicio que prestan y la respuesta que en este sentido se quiere lograr, de parte de esta sección de empleados.

Los efectos del programa, que han quedado en evidencia en este evento, arrojan claros indicios, en cuanto al manejo de un conocimiento cimentado en valores, expresiones y manifestaciones, producto de su incorporación, que bien puede interpretarse como reproducción favorable en razón de la puesta en marcha de mecanismos motivadores, al considerar dentro de las políticas formativas del Centro de Bioseguridad, la convocatoria de esta plantilla de trabajadores, en el tema de la bioseguridad.

Al respecto, desde los inicios de este taller, si lo comparamos con el primero, efectuado en enero de este año, es notorio el desenvolvimiento en un clima de confianza de los asistentes, demostrado en un desempeño sin dificultades, sin inhibiciones, con soltura, en los ejercicios de rompehielos y en los que siguieron, donde se fue profundizando el contenido de la temática, como la identificación de conductas peligrosas, mediante imágenes sugerentes de comportamientos opuestos a la seguridad, sucedidas durante la faena de limpieza.

Llama poderosamente la atención, que la participación del personal en el desarrollo del evento, reflejadas en las críticas que les generaban las imágenes de la fotos, es sumamente acuciosa, en virtud de haber desplegado expresiones con alto grado de agudeza, al poner de manifiesto su perspectiva en cuanto al significado que estas tenían, cuyo enunciado le otorga un discernimiento sólido alrededor de las posibilidades de accidente, afectación, situación peligrosa y de riesgos de adquirir una enfermedad laboral, las cuales pudieran corresponderse con las deliberaciones que resultan de la observación, conversaciones, discusión e insistencia de incidir, sobre el respeto por seguir las normas de bioseguridad, en el entramado grupal, donde se relacionan e interactúan, dentro del propio escenario en el que tiene asiento su desempeño.

La participación activa y certera, que se va operando en el transcurso del taller, lleva a pensar que se ha producido un fortalecimiento de posiciones de enfrentamiento al riesgo. Las declaraciones de cada equipo, así como las personales, en torno a los aspectos de las patologías exhibidas, en otro de los ejercicios, y su asociación con acciones reñidas con las medidas de bioseguridad, puestas de manifiesto en la proyección de diapositivas con motivos de acciones contrarias a la protección, permite comprobar que ha sucedido un cambio notable, el cual puede ser atribuido a la motivación que implican los talleres, charlas y el llamado sistemático de atención, además de los controles y otras acciones, que en algunos casos se han dirigido a revertir las malas conductas, sin olvidar otros procederes que no han sido directamente expresos en esta dirección, como el caso de entrevistas asociadas a la bioseguridad, para la recolección de datos y las conversaciones que se suscitan a propósito de estas, lo que sin embargo, se ha traducido en mejoras conductuales, o lo que es lo mismo, han generado contribuciones estratégicas al respecto.

Las conclusiones a las que arriba el grupo en el taller, tienen una clara demostración del desenvolvimiento de capacidades, que si bien no estaban dormidas, al menos no se pronunciaban, bien sea por fallas de los llamados a este sector a involucrarse en sus procesos, en la apertura de los espacios propicios para dar salida a este tipo de revelación.

Muchos de los asistentes, declaran que tomarlos en cuenta, hacerles observaciones, cuando están trabajando sin resguardo, les ha hecho entrar en conciencia en relación al beneficio que tiene el uso de las protecciones adecuadas, de alguna manera, la movilización de conocimiento e información, que se maneja en los talleres, entran en juego y puede considerarse como un logro, un impacto de carácter positivo, en cuanto a respuestas objetivas de la misión del Centro de Bioseguridad y consecuentemente de la facultad.

Estas manifestaciones reflejan la reorientación de los procesos que garantizan mejores condiciones y calidad de vida, de este sector de trabajadores.

Por otro lado, las explicaciones que se sucedieron en el taller, en términos de relativizar y asociar las lesiones y patologías, con el ejercicio laboral cotidiano, que fueron aludidas por los asistentes, son afirmaciones de un grado de maduración importante, que interactúa verdaderamente con las formas de desarrollo en el tema, lo cual, puede ser atribuido a incentivos, como las recomendaciones que frecuentemente se hacen en el transcurso de la jornada laboral, en buena medida por los integrantes del centro y de algunos otros docentes.

Esta interpretación esta basada en la participación, que sostuvo el grupo de trabajadores en el taller, de modo que puede considerarse como un paso substancial, en cuanto al manejo y orientación del tema, elemento cardinal para llevarlo a la práctica en términos de comportamiento.

No se trata de llamarnos a engaño, en cuanto que de una vez se asuman los comportamientos seguros, como una acción instantánea, es necesario tener en cuenta que actitudes y conductas no siempre son congruentes, ciertamente el camino de la instalación de los hábitos de bioseguridad es largo, pero si, se identifican en estas observaciones, los primeros pasos.

Sin embargo las demostraciones señaladas, han de estimarse en su medida, y esta vía nos enseña la necesidad de desarticular los mecanismos que impiden que este entrenamiento sea más efectivo.

En efecto, sirva este para honrar el compromiso de dotación del equipo de protección personal, lo cual representa uno de los componentes gestionarios mas significativos e incorpora otro factor que impulsa el cumplimiento de su uso, además del acompañamiento y reforzamiento, tendiente a promover el proceso bioseguro, por el que está transitando este grupo.

Los trabajadores de la limpieza, dentro de sus reflexiones, demandan el rescate de una serie de medidas sencillas, que se han venido extinguiendo, para poder cumplir a cabalidad con su labor, como el caso del poco tiempo destinado al aseo, en salas clínicas, laboratorios, similares y espacios aledaños, que a su juicio, imposibilitan su desempeño. También aluden que se encuentran con fallas, porque pocas veces se clasifican y eliminan los desechos (restos de amalgama, agujas, entre otros), en los contenedores dispuestos para tal fin, donde cobra fuerza las posibilidades de riesgo. Otro punto aludido se refiere al maltrato al que se someten en las clínicas, cuando van a iniciar su actividad laboral, en el tiempo que les corresponde cumplir con su trabajo y por supuesto la disminución del mismo, que impide una limpieza eficaz; otro de los aspectos es la falta de reconocimiento de tales fallas por los respectivos jefes, frente a la indisciplina en el escenario clínico de los estudiantes, lo que consecuentemente trae la desmoralización de este personal y a la vez sirve como pretexto, para el cumplimiento.

En la mayoría de los escenarios laborales, relacionados con la práctica odontológica de la facultad, se interponen expresiones orientadas a adjudicar la responsabilidad de vigilancia al Centro de Bioseguridad, propuesta que tiene signos de fácil operacionalización lo cual resulta aparente, esta posición es preocupante, en vista de que si solo un sector se adueña de esta problemática, es muy probable que se produzca un debilitamiento de la estrategia, en virtud de que solo bajo la constante y sostenida vigilancia, van a ser observadas las normas protectoras de bioseguridad, por tanto se hace necesario dejar en claro, que para transformar esta situación riesgosa, con serio carácter de contaminación, que hace vulnerables a todos los sectores en el contexto de la práctica odontológica, es indispensable la convocatoria plena, porque este es un terreno que es común y por tanto tarea de todos.

Continuando con el taller, luego de las discusiones que se dieron, respecto a las medidas de resguardo, se construyó una declaración formal a manera de compromiso, la cual fue firmada por la totalidad de los asistentes, como una muestra de la responsabilidad que asumen, en armonía con el discurso que allí se manejó, donde se hace referencia a la disposición por acatar las normas de bioseguridad, inherentes a su investidura, lo que posiciona esta actuación a la vanguardia de nuevas iniciativas, que representa una contribución estratégica, en términos de logro, para quienes apostamos a la reconducción de la cultura de la bioseguridad, en el marco del ejercicio odontológico.

Este compromiso parte de las ideas que formulan y aprueban en discusión, referidas a las medidas de bioseguridad que deben observar en el desempeño de su trabajo, en fin simbolizan las acciones y comportamientos, a propósito del desempeño de sus actividades e incluye el uso de barreras, es decir del equipo de protección personal, que se comprometen practicar, cuyo texto indica lo siguiente:

"Me comprometo formalmente a cumplir con estas medidas que son fruto de mi construcción, para cuidar mi salud, la de mis compañeros, la de mi familia, la de mis semejantes, la del ambiente, incluyendo las plantas y los animales, porque soy responsable de todo cuanto hago durante mi trabajo y las acciones que desarrollo después de el.

Con el firme propósito de colaborar con un mundo mas higiénico, sano y saludable para todos."
En conclusión, de acuerdo a lo expresado por el grupo de bedeles que asistió al taller, se observa preocupación por desarrollar el trabajo de aseo, en clara sintonía con la disposición para asumir comportamientos dirigidos a disminuir al mínimo, las posibilidades de contaminación, en virtud de una condición peligrosa que es real, en las instalaciones de riesgo biológico, que es su lugar de trabajo.
Tabla de Resultados de la aplicación del instrumento de la evaluación del II Taller de Bioseguridad para Bedeles. Noviembre 2005
Tabla de Resultados de la aplicación del instrumento de la evaluación del II Taller de Bioseguridad para Bedeles. Noviembre 2005
Análisis de los resultados de la aplicación del instrumento de la evaluación del
II Taller de Bioseguridad para Bedeles. Facultad de Odontología. UCV.

Este segundo taller contó con la asistencia de 19 empleados.

Los participantes que consideran efectivos, los ejercicios que permitieron el desarrollo del tema representan al 78%, y adicionalmente que están bien adecuados, según el 47%.

En cuanto al contenido del taller, para el 94,7% resultó bien adecuado.

El 94.7% de los participantes, percibió que la coordinadora que orientó el desarrollo de este taller, facilitó la intervención de los asistentes, por su parte el 42% apreció, que se mostró cómoda al conducir al grupo.

De acuerdo a los resultados de esta evaluación, los asistentes revelan que el taller les hizo reflexionar al 76,6%, un 57,8% afirma haber obtenido nuevos conocimientos y para el 21% de la asistencia, el taller le permitió repasar.

La duración del taller, fue adecuada, como lo expresa el 68%, y un 10% lo estima suficiente, otro 15,7% cree que fue muy intensa.

52,6% de la audiencia, expone que el grupo de compañeros con el que compartió la jornada, fue colaborador, e interesado para el 21%, otro 15,7% expone que algunos no tenían interés.

La participación en el taller les resultó cómoda al 42% y 68% de quienes estaban en la reunión, intervinieron espontáneamente en las discusiones. De acuerdo a la orientación que tuvo el taller, esta participación fue facilitada siempre, según lo que manifiestan el 68%, un 31,5% sienten que casi siempre fue así y 1 participante percibe que se le dificultó.

La manera como dirigió el taller la facilitadora, fue lo que más le satisfizo a 63% de los presentes, el 31,5% les despertó simpatía la colaboración de todos, así como el contenido de la temática y los ejercicios con los cuales fue abordada; las actividades fueron de los aspectos que mas les dio gusto al 26,3%.

La falta de tiempo esta entre los puntos que menos agradó al 31,5%, de los participantes, otro 26,3% se pronuncia por el comportamiento de algunos compañeros, como lo que menos fue de su gusto.

No le quitaría nada al taller fue la manifestación del 84% del grupo, y 1 de ellos considera que le restaría tiempo, mientras que 31,5 %, opina lo contrario, que lo extendería mas, 21% preferiría que fuese solo la mañana, un 10% no le añadiría nada.

Las sugerencias se inclinan hacia la disminución de la frecuencia con la que se llevan a efecto los talleres.

El comentario más común de la asistencia, fue expresar una felicitación a la coordinadora, porque gran parte del grupo considera que le estimula la conciencia de realizar un trabajo mas seguro, también sienten apoyo de su parte y aprecian que ella valora el trabajo que realizan.