Revisión de la Literatura

Historia del piercing oral: siglos de perforaciones

Recepción de trabajo: 11/04/2024
Inicio de arbitraje: 07/06/2024
Aprobado: 17/01/2025

Leinen de la Caridad Cartaya Benítez1 Rolando Mirot Delgado2 Brenda Hernández González3

Resumen

Introducción: la especie humana tiene una cierta tendencia compulsiva que conduce a la búsqueda de una distinción, como son las perforaciones que en la actualidad aumentan exponencialmente. Quizás deban interpretarse como forma de comunicación, expresión de su identidad o del culto al cuerpo. Objetivo: identificar los antecedentes históricos del piercing, así como los diversos usos de las perforaciones en antiguas civilizaciones. Métodos: se realizó un artículo histórico sobre la historia del piercing oral, en el período comprendido entre enero y septiembre del 2023. Fueron utilizadas las bases de datos: LIS, Medline, Cochrane, Lilacs, SeCiMed, Pudmed, SciELO. Se consultaron 39 artículos que abordaron el tema, tanto en idioma inglés como en español. Se tuvieron en cuenta artículos electrónicos que abordaran los antecedentes del uso del piercing; de ellos se utilizaron 29 como referencias bibliográficas. Se excluyeron aquellos que no dispusieron de texto completo. Conclusiones: resulta imposible establecer en qué momento exacto apareció el piercing en la historia de la humanidad, aunque lo cierto es que su origen es tan antiguo como la misma piel. Por una gran variedad de motivos es un arte antiguo y venerable que en las últimas décadas parece haber emergido de nuevo. Históricamente, el piercing ha existido a lo largo de muchas culturas.

Palabras clave: estomatología; historia; perforaciones orales; piercing.


Literature review

History of the oral piercing: centuries of perforations

Abstract

Introduction: The human species has a certain compulsive tendency that drives to the search of a distinction, like they are the perforations that at the present time increase exponentially. They should maybe be interpreted like communication form, like form of expression of their identity or like expression form of the cult to the body. Objective: To identify the historical records of the piercing as well as the diverse uses of the perforations in old civilizations. Methods: He/she was carried out a historical article on the history of the oral piercing, in the understood period between January and September of the 2023. The databases were used: LIS, Medline, Cochrane, Lilacs, SeCiMed, Pudmed, SciELO. 39 articles were consulted that approached the topic, so much in English language as in Spanish. They were kept in mind electronic articles that you/they approached the records of the use of the piercing; of them 26 like bibliographical references were used. Those were excluded that didn’t prepare of complete text. Summations: It is impossible to settle down in what exact moment piercing appeared in the humanity’s history although the certain thing is that its origin is as old as the same skin. For a great variety of reasons it is an old and venerable art that seems to have emerged again in the last decades. Historically, the piercing has existed along many cultures.

Key words: stomatology; history; oral perforations; piercing.


  1. Clínica estomatológica docente de Bejucal “Dr. Julio César Santana Garay”, Departamento de EGI. Mayabeque, Cuba. Correo: [email protected]. Dirección: calle 3ra, edificio E, apartamento 29, Santa Mónica, municipio Quivicán. CP:33500.
  2. Clínica estomatológica de Quivicán “Centenario Protesta de Baraguá”. Departamento de Docencia. Mayabeque, Cuba. Correo: [email protected]. Dirección: calle 3ra, edificio E, apartamento 29, Santa Mónica, municipio Quivicán. CP:33500.
  3. Clínica estomatológica de Quivicán “Centenario Protesta de Baraguá”. Departamento de Estomatología General Integral (EGI). Mayabeque, Cuba. Correo: [email protected]. Dirección:Ave 25 #7002 e/ 70 y 72 La Salud, municipio Quivicán. CP:33500.

INTRODUCCIÓN

La compulsión de modificar el cuerpo, de forma que permita su distinción respecto a los demás, es una característica antigua y universal, propia de la especie humana. Entre los más inusuales, se encuentran las perforaciones corporales. Distintas sociedades le otorgan un poder simbólico que se pone de manifiesto en dependencia de la región, etnia, tradiciones y prácticas culturales-ancestrales1.

Se entiende por modificaciones corporales aquellas técnicas que producen alteraciones permanentes de manera voluntaria como: el tatuaje, la escarificación, el piercing, deformación y mutilación2.

Las modificaciones corporales son entendidas hoy en día, como una forma de expresión y comunicación a través de la cual los individuos utilizan la piel como lienzo para lograr expresar emociones, sentimientos e ideas. De forma que el cuerpo se convierte en el medio de transmisión de la identidad de cada persona, rompiendo con los esquemas creados socialmente, sin embargo, alrededor de estas aún existen prejuicios debido a imaginarios erróneos e incluso diversos tipos de discriminación3.

Las transformaciones que se realizan van mucho más allá de un simple cambio estético, estas son parte de los cambios físicos pero que hace visibles las cosmovisiones del mundo interno. El motivo por el cual los sujetos realizan estas prácticas está dado por la historia que hay de trasfondo, o los recuerdos que hay detrás de cada modificación. De ahí que, es catalogado como algo más complejo que una preferencia estética, puesto que es un proceso relacionado a la identidad y a un sinfín de especificidades que forman parte de un proceso personal y psicológico, reflejado al exterior por medio del cuerpo.

La práctica de perforaciones y la colocación de joyerías como el piercing en distintas partes del cuerpo es muy antigua, tales como: anillos, argollas, aretes, botones de oro, plata y acero; estos eran utilizados como adornos en zonas íntimas y con connotación sexual localizados en prepucio, pene, pezones, escroto, clítoris y labios mayores.

La palabra piercing viene del inglés “pierce” que significa “atravesar, perforar, agujerear”, es la inserción semipermanente de una joya metálica o no, en los tejidos blandos con el propósito de insertar un objeto con fines decorativos 4. Es difícil concretar qué civilización fue la primera en perforarse, a lo largo de la historia han sido muchas las culturas que por unos u otros motivos han colocado piercings en sus cuerpos hasta llegar al día de hoy5.

Se ha registrado como práctica común en casi todas las sociedades las perforaciones corporales en boca, oreja y nariz, que se encuentran asociadas a otras prácticas como: escarificaciones, tatuajes y uso de ornamentos. Actualmente se continúa su uso en sociedades tribales contemporáneas, principalmente en Sudamérica, Asia y África. Entre las motivaciones se incluyen distintos rituales de iniciación, cambio vital, sexual y con fines religiosos.

Alrededor del mundo mucho se ha estudiado acerca del piercing, sus complicaciones y las motivaciones para colocarlo. En la mayoría de los estudios consultados, se relata como en algunas sociedades y civilizaciones antiguas usaban esta joya, sin embargo, en numerosas ocasiones sólo se menciona de paso. Por lo que, ha servido de motivación para la realización de la presente investigación sobre la historia de las perforaciones orales, con el objetivo de identificar los antecedentes históricos del piercing, así como los diversos usos de las perforaciones en antiguas civilizaciones.

MÉTODOS

Se realizó un artículo histórico sobre la historia del piercing oral, en el período comprendido entre enero y septiembre del 2023. Fueron utilizadas las bases de datos: LIS, Medline, Cochrane, Lilacs, SeCiMed, Pudmed, SciELO. Se consultaron 39 artículos que abordaron el tema, tanto en idioma inglés como en español. Se tuvieron en cuenta aquellos artículos electrónicos que abordaran los antecedentes del uso del piercing; de ellos se utilizaron 29 como referencias bibliográficas. Se excluyeron los que no dispusieron de texto completo.

DESARROLLO

Cuando el cuerpo comenzó a ser reconocido como una construcción sociocultural y no ya como una entidad solamente biológica, las visiones sobre este variaron hacia una perspectiva heterogénea, otorgándole un sentido y un valor diferente en dependencia de la sociedad en que sea analizado y de las creencias o representaciones sociales del pueblo en cuestión.

La nueva interpretación presenta un cuerpo individual separado de la naturaleza, donde aflora como un objeto de consumo y de exploración, el que se manifiesta el desarrollo tecnológico actual, que plasma los discursos y realidades sociales, lo cual rompe con el concepto anterior que plantea al cuerpo como un lugar de inscripción, inmerso en el cosmos y en alianza con la naturaleza, fundiéndose con ella.

Durante mucho tiempo, las personas han alterado la apariencia de sus cuerpos con perforaciones, de manera que parecería que anhelan conformar un “cuerpo ideal” percibido, aunque su apariencia real está sujeta al cambio temporal, cultural y geográfico 6.

La práctica del piercing, fuese de forma transitoria como permanente, con fines funcionales o no, comenzó tempranamente en la mayoría de los pueblos indígenas del mundo. Personas de culturas tan distantes entre sí, como las maorí, japoneses, rapa nui, celtas, incas, cheroqui, mayas, mandan, entre otros, la han experimentado. En la mayor parte de ellas este ejercicio se encuentra comprendido desde una cierta necesidad de autorrepresentarse, de ser agradable exteriormente a su comunidad.

En busca de que el cambio produzca notoriedad, diferenciación, pero que a la vez sea similar a los demás sujetos que practiquen tal experiencia y que comprendan sus códigos.

La creación de perforaciones labiales para colocar objetos ornamentales o simbólicos es una práctica bien documentada en relación con numerosas tribus, por lo que el piercing no se puede considerar como un invento de este siglo 7. Muchas etnias se reconocían mediante ornamentaciones; de esta forma se diferenciaban diversos grupos dentro de una misma población: los guerreros, los cazadores, los brujos, etc. En ocasiones era un símbolo de status social, de cualidades o habilidades, mientras que en otras tenía un sentido puramente estético.

En muchas culturas, las modificaciones corporales constituyen verdaderos imperativos culturales. Los piercings, al igual que los tatuajes, se remontan a épocas de descubrimiento del continente africano donde se solían usar como amuletos para protegerse de los demonios 8.

Los piercings se insertan predominantemente en las orejas, nariz y junto a la boca, esto guarda relación con las mismas razones por las que se inventaron los colgantes y otros objetos, justo al lado de las oberturas naturales del cuerpo; debido a la voluntad de protegerlos de fuerzas sobrenaturales negativas 8.

Los pori, por ejemplo, grupo étnico que habita en el centro y este de la República de Camerún, ubicada en África central 9, llevan colgada en la nariz una especie de argolla.

Los viejos fang, originarios del interior de Guinea Ecuatorial, todavía recuerdan hoy la costumbre de sus antepasados de llevar una argolla en la nariz. También antes las mujeres de este mismo grupo mostraban un palo de bambú que les atravesaba el cartílago nasal, especialmente las mujeres duchas en la práctica del curanderismo 10.

Los piercings labiales son comunes entre mujeres de algunos grupos africanos como los massa, musgum o fali del Camerún, como signo de feminidad y madurez sexual. Las mujeres ougla llevan pesados pendientes que provocan una gran deformación del lóbulo; cuanto más se estira el lóbulo sin que se llegue a romper, más distinción se otorga a las mujeres 10.

A menudo los piercings se van insertando según procesos muy determinados. Entre los makonde, sociedad matrilineal de Mozambique y Tanzania, por ejemplo, las mujeres llevan tradicionalmente una pieza en forma circular en el labio superior denominada ndona que constituye una de las marcas distintivas del grupo y es signo de belleza. En ocasiones, la mujer al casarse exigía que su marido también se pusiese uno de estos discos 10. Fig. 1.

Figura 1. Mujeres makonde. Fotografías tomadas de Internet.
Figura 1. Mujeres makonde. Fotografías tomadas de Internet.

Hacia los seis años de edad uno de los padres inserta una ramita a la niña makonde en el labio superior haciendo la perforación con una aguja. Progresivamente, esta ramita se va sustituyendo por otras de mayor tamaño hasta que llega a la pubertad. En este punto se reemplaza la ramita por un piercing hecho con madera de caoba con una pieza de metal que lo atraviesa, y que sirve de señal para poner de manifiesto que la chica se encuentra ya en edad de casarse. A medida que crece se va sustituyendo el piercing por uno de mayor tamaño. El ritual de iniciación de las niñas dura meses y además de insertarles el piercing ndona, se les tatúa, se les lima los dientes y se las desflora artificialmente 11.

Se trata de una práctica conocida especialmente entre las mujeres mursi o suri, en Etiopia, de las sara en la zona de Ubangui-Chari en la República Centroafricana, lobi en Ghana o kirdi del Camerún. Existe la tradición de que las jóvenes solteras comiencen a agrandar su labio en el momento en que se prometen. El plato de barro cocido se va sustituyendo por uno de mayor tamaño hasta que se produce la boda 12.

Por razones estéticas, rituales o para simbolizar rango social, en las culturas africanas también se deforman otras partes del cuerpo. La deformación más extendida es sin duda alguna la que se consigue mediante el uso de pesados pendientes de los lóbulos de las orejas 12.

Grupos étnicos de diversas partes del mundo, como en Papúa, Polinesia, los piercings tienen función defensiva ya que le da un aspecto más feroz a quien lo llevaba 12.

En Asia del Sur, son comunes el uso de anillos en nariz y orejas, que son utilizados para la colocación de cuencas y abalorios, en el caso de su colocación en la lengua son usados como voto de silencio. En las culturas milenarias indias son usados para ser reconocidas de diferentes tribus ya que su colocación fue implantada por los emperadores Mughal, en época tan temprana como el siglo XVI 13.

Según la cultura india, se cree que el lado femenino del cuerpo es el izquierdo, y que, teniendo un anillo en la nariz en ese lado, disminuye el dolor de una mujer cuando estaba menstruando o cuando iban a dar a luz, lo que ha conllevado que muchas mujeres indias han sido anilladas en la nariz desde muy pequeñas. Esta tradición la suelen llevar a cabo las abuelas, que deberán anillar a sus nietas antes de que se casen. Se piensa que originalmente se hacía como signo de sumisión y devoción de la mujer hacia su marido 14.

En cambio, es motivo de orgullo para algunos árabes el día que llegan a la edad adulta. Todos los miembros de sexo masculino preparan una gran fiesta a modo de “rito de paso” y uno de los regalos será un pendiente, concretamente un aro, denominado hafada, que se le colocará al joven durante la ceremonia, en el lado izquierdo del escroto, entre los testículos y la base del pene 15.

Existe la creencia de que así los testículos no podrán volver a subir al sitio de dónde descendieron durante la infancia. Este piercing, da evidencia de que el joven es a partir de ahora y para siempre un hombre. Cabe destacar que desde la época de la Inquisición y en el Concilio de Trento, algunas comunidades religiosas han usado el anillado genital como método de castidad y de expiación de la culpa 15.

En el norte de África, en el antiguo Egipto; las mujeres de la realeza usaban perforaciones en el ombligo. Con una larga perduración en la historia de forma representativa y enriquecedora, la civilización egipcia se prolongó durante al menos IV milenios con cambios sociales mínimos y la jerarquía social prácticamente inalterable, practicando además del piercing en el ombligo, deformaciones esqueléticas en ciertas clases sociales egipcias, en las que se deformaban el cráneo 15.

Al noroeste del continente africano las mujeres Toposa de Sudán proclaman su estado marital mediante un alambre de latón en la línea media del labio inferior que atraviesa y cuelga, esto es observado fundamentalmente en las regiones sur orientales de Sudán del Sur y en tierras fronterizas de Kenia donde se agrupa el pueblo toposa conocido también como topotha, topoza o daboso, pertenece al grupo nilótico de la familia atekerin 16. Fig. 2.

Figura 2. Mujer casada toposa. Fotografía tomada de la página web: Pasaporte a la aventura. Álbum de Fotos Viajes AMBAR-KANANGA.
Figura 2. Mujer casada toposa. Fotografía tomada de la página web: Pasaporte a la aventura. Álbum de Fotos Viajes AMBAR-KANANGA.

En ciertas zonas del norte de África sigue siendo una costumbre para los novios dar a su novia un piercing de nariz de oro el día de su boda. La perforación del tabique es una muy común entre las culturas tribales. El tabique se encuentra justo debajo de la nariz, entre las narinas, y es el mismo tipo de perforación que a veces se ve en un toro 17.

En África central, en Etiopía, las mujeres Surma del valle del Omo, insertan discos de madera de hasta 10 cm de diámetro en su labio inferior, mientras que los Mursi, tribu africana también en Etiopía, se caracterizan por colocar los famosos platos, los cuales expanden sus labios y los lóbulos de sus orejas 17.

Cada tribu tiene su propia razón para perforar sus labios; los dogons lo hacen como un símbolo de la creación del mundo y en honor a su diosa Noomi. Una perforación del labio también puede ser parte de un ritual del matrimonio, y, por ejemplo, las mujeres Makololo creen que un gran plato de labios es precioso 18.

En África Oriental, las tribus masai de Tanzania, deforman su cavidad bucal con discos para aumentar de tamaño la boca y alargan sus lóbulos llevando unos carretes metálicos de gran tamaño 18.

Los guerreros Potok, también originarios de África, atraviesan sus narices con hojas de árboles (lo mismo realizan los Masais y los Kanures, también tribus africanas) 9.

Por otra parte en Europa, fue encontrada la momia más antigua, conocida como la momia de Otzi, es la momia de un hombre que falleció en los Alpes de Otztal, en la frontera de Austria e Italia, tenía las orejas perforadas 9.

En América del Norte se conocen especialmente bien las prácticas de los esquimales de Alaska (en ceremonias limitadas a los muchachos adolescentes, que han alcanzado la pubertad, cosa que celebran insertando diversos objetos de madera o hueso en su labio inferior), como símbolo de madurez al dejar la niñez y convertirse en hombres, con cualidades y aptitudes para salir de caza con sus mayores 19.

Entre los esquimales del Estrecho de Bering esta práctica se limitaba a las muchachas pre púberes una vez que alcanzaban la madurez sexual. En los esquimales de Groenlandia se practicaba en el labio inferior de los adolescentes, durante el paso de niño a adulto. Los Aleuts colocaban piercing en el labio inferior de las niñas recién nacidas como parte de un ritual de purificación. Los materiales usados solían ser hueso, piedra o marfil 19.

Muchos pueblos la realizaban para identificar clases sociales o sus jerarquías y símbolo de virilidad y coraje, las tribus de los Sioux (Canadá-Estados Unidos) los utilizaban en los jóvenes como prueba de su preparación para la guerra. En Norte América se colocaron piercing por tradiciones nativas americanas 19.

La perforación oral tiene sus orígenes en los ritos ancestrales de las tribus mexicanas, donde el cuerpo es el vehículo de signos y símbolos que muestran los significados y sentidos construidos y compartidos culturalmente por los miembros de un grupo social 20.

Los pueblos antiguos como los incas, aztecas y mayas, perforaban sus tabiques y se colgaban jades y oros para evocar a sus dioses. Los incas llevaban tapones y aros grandes de oro para representar la nobleza, por lo que los españoles los apodaban «orejones» o «grandes orejas». Otras culturas llevaban plata, marfil, e incluso tapones de color ámbar. En los templos aztecas y mayas los sacerdotes se colocaban un piercing en la lengua como signo de comunicación con los dioses, aunque era costumbre de igual forma en determinados estratos sociales de la civilización maya la mutilación dentaria, este tenía una finalidad estética, limando y desgastando la dentición permanente 21.

Entre los Incas (Perú), los pendientes de oro y plata eran privilegio de los nobles y de los militares recién graduados (orejones) 21.

Los aztecas permitían tanto a hombres como a mujeres realizarse perforaciones y desde edades tempranas. A los niños le perforaban las orejas utilizando un hueso, y estas eran estiradas con el paso de los años, hasta obtener como regalo un aro, lo que se atribuía como significado de maduración y llegada de la adultez. Pero las orejas no era la única parte del cuerpo que perforaban. Los labios eran perforados en hombres que poseían posiciones militares y cada vez que tomaban un prisionero de guerra se les permitía mejorar el ornamento que tenían en sus labios 21.

Los marinos y piratas acostumbraban a ponerse un aro en la oreja cada vez que cruzaban el Ecuador.

En Nueva Guinea, la perforación nasal se realizaba con el canino de alimañas salvajes, con la finalidad de ganar poderes sobrenaturales en la caza, mientras que las mujeres se atravesaban el tabique nasal con un hueso de espina de pescado 22.

Por otra parte, en la Suya de Brasil, los hombres casados que se quedan viudos colocan discos de madera pintados. Todavía hoy, entre algunos grupos étnicos de Brasil, existe la costumbre de hacer una pequeña incisión bajo el labio que progresivamente se irá agrandando hasta alcanzar el tamaño deseado. En él se colocará una pieza circular 22.

Dentro de la práctica ancestral en la región perioral, podemos destacar también el uso del tembetá, el que es interpretado no sólo como modificación corporal que implica perforación labial, sino que también dilatación. El tembetá es un artefacto registrado en la Amazonía, Norteamérica, África, Norte Semiárido y Región de la Araucanía de Chile, siendo común en las comunidades indígenas guaraní, molles, tupi-guaran-i y chiriguanos considerado como un amuleto contra la muerte 22.

Es usado comúnmente en el labio inferior, se compone de un extremo distal que atraviesa la piel del labio y de una base que mantiene la pieza sujeta al labio y se encuentra en contacto directo con dientes y mucosa mandibular de quien lo usa 23. Fig. 3.

Figura 3. Fotografía de Tembetá tomada de la página web: Adornos labiales entre los indígenas 23.
Figura 3. Fotografía de Tembetá tomada de la página web: Adornos labiales entre los indígenas 23.

Estos pueden variar de acuerdo al material de confección en dependencia de la región geográfica, tal es el caso de los hechos de hueso, cerámica o piedra, propios del Norte Semiárido. El uso de tembetá se ha registrado en contextos arqueológicos y en grupos que aún los usan, sin que su significado haya sido esclarecido del todo y siendo asociados a procesos de maduración, adultez y diferenciación social. Se ha planteado que la práctica de adornar orificios naturales como boca, oreja o nariz podría relacionarse con la idea de evitar el ingreso de espíritus a través de ellos o con la importancia social que se otorga a la oratoria 24.

Se habla que los países del tercer mundo son los que más comúnmente usan el piercing, como parte de la cultura y tradiciones históricas, sin embargo, en los países desarrollados ha ocurrido un incremento en el último siglo, de su uso, aunque con connotaciones diferentes debido al movimiento punk de los años 70 que puso esta costumbre de moda en los países occidentales 25.

La práctica del piercing, actualmente extendida puede causar no solo hemorragias y cicatrices en la boca, sino también infecciones y daño en el sistema nervioso, se calcula que al menos 1 de cada 5 personas que se perforan la boca, sufrirá un problema sanitario de estas características. En varios países la prevalencia de las complicaciones asociadas al uso de piercing en la cavidad bucal representa un importante asunto de salud pública. En España existe una legislación que aplican a estilistas, salones de belleza y de tratamientos cosméticos con el fin de prevenir la transmisión de microorganismos y enfermedades infecto-contagiosas 25.

Entre los piercings corporales la preferencia por los tejidos bucales no es poco común y existen diferentes informes que demuestran varias condiciones desfavorables asociadas a ellos incluyendo: edema, dolor, inflamación, trismos, reacciones de cuerpo extraño, Angina de Ludwig, dientes fracturados, infecciones, trauma mucogingival y recesión gingival 25.

Las alteraciones locales suelen ser las complicaciones predominantes al portar un piercing, estas pueden estar relacionadas con los mecanismos de la inflamación. Se plantea que de 6 a 8 horas después de una perforación lingual con un objeto metálico en los tejidos circundantes comienzan a producirse los mecanismos propios de la inflamación y se incrementa el proceso durante los 3 o 4 días siguientes, cuando se hacen evidente los signos clínicos que incluyen el dolor, tumor, calor, rubor e incapacidad funcional 26.

Según se reporta las infecciones alcanzan del 10 al 20%, y pueden ser atribuidas a algunos agentes como los estafilococos áureos, los estreptococos del grupo A, las pseudomonas. También se pueden transmitir durante estos procederes infecciones víricas como: hepatitis B, C y D, además del VIH. Se han descrito síntomas de bacteriemia como: fiebre, escalofríos, temblores y un enrojecimiento circundante a la perforación. La perforación de los tejidos blandos puede provocar también otros problemas como: desgarros, pericondritis granulomatosas y abscesos pericondrales en los cartílagos de la región auricular y del ala nasal, con el consiguiente dolor y tumefacción debidos a la inflamación, muchas veces aparecen queloides como reacción a cuerpo extraño 27.

Por esta razón, diferentes instituciones y profesionales sanitarios han advertido de la necesidad de regular dichas prácticas. En España, la Comunidad foral de Navarra y Cataluña han sido pioneras en establecer las condiciones higiénico-sanitarias mínimas que deben cumplir los establecimientos dedicados a estas técnicas. De igual forma el Ministerio de Salud Pública del Ecuador ha establecido requisitos de bioseguridad en centros odontológicos, así como permisos de funcionamiento para el ejercicio de perforadores que cumplan con los requisitos establecidos por la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria. El perforador deberá ser capacitado en primeros auxilios, manejo adecuado de desechos y deberá tener carnet de vacunación 28.

Dentro del prototipo predominante en cada cultura, aparece la decisión de ponerse un piercing a pesar de las consecuencias negativas, como resultado de la influencia de los medios masivos de comunicación y de la apertura del mercado de la joyería para perforaciones corporales. El incremento de tiendas en Internet para la compra de piercings, así como la ola de piercers ¨profesionales¨ que promocionan su trabajo en las redes sociales, justifican el uso de estos aditamentos cada vez más frecuentes, esto forma parte para algunos, de los estándares normales de lo que debe o no llevar puesto un adolescente 7.

Hoy en día, el tema de los piercings ya no es considerado como una excentricidad por los adolescentes, sino como una cuestión de belleza y como parte de un estilo de vida, responden a una especie de moda llamada arte corporal o ¨body art¨. El body art es un género perteneciente a las artes plásticas donde se fusiona la expresividad del cuerpo, es considerado como una tendencia de comportamiento, mediante la que se expresa una forma de ser, vivir o percibir el universo a través de tatuajes, perforaciones y escarificaciones 29.

En las redes sociales se evidencia una ola de sitios que muestran los piercings más sexis y los lugares más eróticos para colocar un piercing. Inundan imágenes provocativas sobre las diez localizaciones más populares, los más discretos o los más osados. Toda una parafernalia que no explica las consecuencias reales de perforar un frenillo, alguna zona genital, el músculo de la lengua o la mucosa de los labios. Los piercings son anunciados por algunos como un complemento estético, un símbolo urbano o un estimulador sexual que basa su maravilloso funcionamiento, en el contacto del metal al rozar las zonas erógenas, lo que causa mayor placer. Las sex-shop invitan a los juegos sexuales inspirados en el uso del piercing, refuerzan la idea de la modificación de la imagen personal, mediante el eslogan de intervenir el cuerpo como una forma de hacer arte con él 7.

Entre las recomendaciones y cuidados del piercing bucal se sugiere: limpiar el piercing durante al menos 6 semanas después de comidas, bebidas y tabaco, hacer enjuagues bucales con antisépticos, evitar el consumo de tabaco, alcohol, grasas, drogas, etc., puesto que son irritantes y retrasan la cicatrización. Además de evitar el movimiento del piercing y los juegos con el mismo hasta la cicatrización de la zona perforada. Así como medidas de higiene oral (cepillado 4 veces al día evitando el acúmulo de placa dentobacteriana y utilizar un cepillo de cerdas suaves) 29.

Se aconseja además cambiar de cepillo, ya que podría quedar alguna bacteria residual que provocase infecciones y el uso de protectores dentales a los atletas portadores de piercings intraorales. El perforador deberá utilizar un enjuague bucal que contenga clorhexidina segundos antes de realizar la perforación. Para reducir el dolor deberá tomar analgésicos, agua fría o colocarse hielo. Mantener las manos bien limpias para la manipulación del piercing y evitar posible infección 30.

CONCLUSIONES

En qué momento exacto apareció el piercing es aún un misterio por desentrañar, aunque lo cierto es que su génesis es tan antigua como la misma historia de la humanidad. Por una gran variedad de motivos, es un arte antiguo y venerable que en las últimas décadas parece haber emergido de nuevo, pero ha estado presente a lo largo de muchas culturas frecuentemente como componente religioso, tribal, sexual, o como norma de casta sin que hayan quedado evidencias de los problemas sanitarios e higiénicos asociados a esta costumbre tradicional. El piercing como modificación corporal responde a una necesidad humana vinculada a la identidad, la expresión corporal y la estética. A pesar de su valor cultural puede conllevar riesgos significativos para la salud, por lo que se requiere de regulaciones adecuadas para controlar las prácticas de perforación que no están estandarizadas, para evitar situaciones de riesgo. En la actualidad el piercing ha dejado de ser visto como una excentricidad y refleja así una transformación de cómo se percibe el mismo.

CONFLICTO DE INTERESES

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

CONTRIBUCIONES DE LOS AUTORES

Conceptualización: Leinen de la Caridad Cartaya Benítez

Investigación: Rolando Mirot Delgado, Brenda Hernández González

Supervisión: Leinen de la Caridad Cartaya Benítez Visualización: Rolando Mirot Delgado

Redacción – borrador original: Leinen de la Caridad Cartaya Benítez

Redacción – revisión y edición: Leinen de la Caridad Cartaya Benítez, Rolando Mirot Delgado, Brenda Hernández González

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